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											|   SUGERENCIAS PARALLEVAR A CABO
 TU RETIRO ESPIRITUAL
 
 Un retiro espiritual es un momento de encuentro con Dios en la oración y en el silencio.
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									Para sacar mayores frutos de tu meditación, toma en cuenta los siguientes pasos:
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												Programa el tiempo suficiente para hacerlo.
												Dedica el momento más oportuno, según lo permitan tus ocupaciones.
												Elige un lugar apropiado donde puedas orar sin distracción alguna: una iglesia, tu recámara o estudio, una casa de retiros... un sitio donde haya silencio y no te interrumpan.
 
												El objetivo es experimentar a Cristo y profundizar en tu amor por Él, por eso te ayuda mucho el participar en la Eucaristía antes o después del retiro.
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									Ponte en presencia de Dios: con fe viva toma conciencia de que vas a dialogar con Dios.
									Inicia con una petición: encomiéndate a Dios, pídele que te dé a conocer qué quiere de ti.
									Lee el pasaje del Evangelio y las reflexiones tratando de hacerlas tuyas. Piensa en que Cristo te está llamando para algo muy grande: tu salvación. Mientras avanzas en la reflexión, dialoga con Cristo, comparte con Él tus inquietudes, tus deseos, tus sufrimientos.
									Saca conclusiones para tu vida. ¿En qué puedes cambiar? ¿Cuál es la voluntad de Dios en tu vida? ¿Cómo puedes corresponder a su amor? Etc.
									Con mucha sinceridad contesta mentalmente las preguntas del cuestionario.
									Proponte un objetivo práctico: Dios te dará muchas luces para enriquecer tu vida cristiana, que tendrán resonancia en la medida en que las encauces a un objetivo concreto, como puede ser el ejercicio de una virtud, el corregir un defecto, el tomar una decisión que Dios te pide y a ti te cuesta mucho, etc.
									Finalmente, despídete de Dios agradeciéndole este rato de oración.
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